Amor ilusionado, amor poseído, amor perdido…
Ese amor que tan magníficamente nos describiera el poeta sevillano y que está maravillosamente plasmado en la famosa Glorieta de Bécquer del universal Parque de María Luisa de nuestra ciudad, ha sido la inspiración de Pilar Vera para “La Glorieta”, la colección mas romántica que pudimos ver este año en Simof y, sin duda, una de las mas personales de la veterana diseñadora.
Empezó el desfile con todo un homenaje a las flores del parque. Un amor joven y despreocupado plasmado en alegres estampados en trajes para una flamenca romántica y seductora…
Su colección Vital Pilar Vera, su línea mas esencial, también tuvo cabida en esta representación del amor mas joven e ilusionado. Trajes de “fondo de armario” en preciosas tonalidades que llevaban como complementos unos espectaculares mantoncillos pintados a mano por Elena Rivera.
Dejamos ese amor bucólico y joven y pasamos al amor poseído, un amor adulto, sereno, que no tiene miedo a nada y eso se plasma en trajes con arriesgados estampados, para una flamenca que no quiere pasar desapercibida.
Es en esta parte del desfile donde vemos la evolución de la diseñadora para acercarse a otro tipo de flamenca, una mujer joven, pero que quiere destacar y sin duda, con estos trajes con originales estampados de querubines, tan barrocos con esos dorados y ese brocado y esas líneas tan sensuales, lo consigue…
y llega el momento culmen del desfile, el amor maduro e incondicional es muchas veces un amor dramático y en ocasiones perdido… y Pilar lo plasma espectacularmente, en una colección de maravillosos trajes en rojo y negro, con un uso espectacular del encaje y el guipur y con el toque tan sevillano del estampado de claveles que nos enamoró a todos…
y si cada diseñador tiene un color fetiche que es el que más le representa y el que mejor trabaja y sin duda, el rojo, solo o combinado con negro, es el color de Pilar Vera.
Sin duda un desfile de los que no se olvidan con unos espectaculares estilismos gracias a los preciosos complementos y flores de Lamágora que encajaban a la perfección con la idea que la diseñadora quería plasmar.
Preciosa Mónica Rosón con esa gargantilla de flores, esos pendientes coral y el pelo cuajado de pequeños ramilletes de flores.
En una colección así me cuesta mucho trabajo decidirme por un solo traje, pero desde el momento que salió a la pasarela, me enamoré perdidamente de esta preciosidad cuajada de claveles.
Enhorabuena Pilar Vera, por saber reinventarte de nuevo, por arriesgar y apostar por un público mas joven que reclama una evolución en la moda flamenca sin estridencias y sin perder nunca la esencia de nuestro traje regional.
Si queréis disfrutar de toda la colección y de la línea esencial de Pilar Vera podéis hacerlo en su Showroom permanente en C/ Rivero 2 o en su atelier en C/ Villanueva del Ariscal 4, Umbrete, 95 571 56 50.
-Todas las fotos que aparecen en este post (exceptuando la última que es de wappissima) me las ha cedido la gran Elena Rivera. Muchas gracias Elena y enhorabuena por tu preciosa colaboración.
